Casí ni te das cuenta, pero ya llevas un año aquí, me dije ayer desayunando.Ahora que decido ponerme a escribir no me salen las palabras, me duelen los dedos.Será de pasarte casi todo el día con las manos pegadas a un teclado Sara?.
Fuera no deja de llover.
El vecino de alado sale como de costumbre y limpia la calle de agua.Abre la puerta de su casa y pasito a pasito barre la calle.Sus ochenta y pico años no le son molestia para ejucatar dicha labor con tan alta maestría.
Además de cuidar la calle nos regala sonrisas y buenos gestos todos los dias.Cuida de los perros callejeros y los alimenta,charlotea con cada uno de nosotros, eso si, en su propio lenguaje -es sordomudo- , y nos aconseja sobre seguridad y nos avisa de posibles lluvias.
Gran sabio....
No tengo palabras para describirle.
Es un regalo divino en forma de persona, que te alegra el día y te da ganas de vivir.
Es maravilloso.
La dulzura que transmite, ademas de su sosiego te inundan tan rápido que es dificil escapar de su hechizo.
Eres mágico.
¡Qué ganas tengo de conocerle!!!! Después de todo lo que me has contado de él, y después de leer la entrada, muchas más ganas. Besos!!!!!
ResponderEliminarNosotros también tenemos muchas ganas de estar contigo y con todos los variados personajes que te acompañan... Yo también te hecho de menos, y ya sabes que te quiero un montón, y que me muero por irme ya para allí... un poco de paciencia, sólo un poco más...