Los amantes. Esos dos que se encuentran, que se atraen, que se comparten, que inician una aventura juntos, que tienen momentos alegres y otros tristes. Pero que desean hacer proyectos juntos, durar y perdurar. Pueden ser del mismo o de distinto sexo, en cualquier caso, dos sexuados.
El amor está lleno de sorpresas que se experimentan cada día entre los que se aman. Hay amantes que elaboran sus artes amatorias con gestos y afectos llenos de complicidad. Otros, buscan el eterno enamoramiento. Un estado mágico de fascinación, de exaltada atracción, apasionamiento, , búsqueda del otro; pero que a veces es prisa, atropello.Rapidamente puede confundirse con la excitación. Y los que se aman son sujetos deseados y deseantes que aprenden a gestionar sus deseos juntos.
Es obvio que tanta confusión es el resultado de una educación sexual sólo referida a lo genital y a los placeres, que olvida a los sujetos sexuados y sus relaciones.
A los amantes les doy larga vida y, si no fuera así, seguro que serán capaces de terminar sin ruido.
Insisto en reivindicar la palabra amantes: dos que se aman, se quieren y quieren estar juntos. Porque todos buscamos eso… Ser amados.
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